08 marzo, 2017

Cosas que los Invitados Odian (Realmente) en las Bodas

Si en un post anterior te hablé de las Cosas que las Novias Odian de Sus Invitados, hoy quiero tratar otro tema tan divertido como espinoso: las cosas que los invitados odian (realmente) en las bodas.


Quiero que como novia sepas cuáles son estas cosas que ellos aborrecen para que puedas evitarlas en tu boda... o no. Lo ideal es llegar a una solución de compromiso en la que todos, novios e invitados, estén cómodos y disfruten de la boda. Eso implica que tendrás que ceder en algunas cosas para que los asistentes estén cómodos... e imponer tu criterio en las que consideres imprescindibles.


Aquí van esos pequeños detalles que la mayoría de los invitados detestan...


Cosas que los invitados (odian) realmente en las bodas


En general


No tener información suficiente: día, hora, lugar de celebración de ceremonia y recepción, cómo llegar y zonas de aparcamiento, código de vestuario, etc.


Que se vean obligados a participar de alguna forma en la boda sin que lo deseen. Leer en la ceremonia, ser dama de honor o padrino, hacer un brindis... todo esto debe ser realmente voluntario.  


Que la boda sea un caos. Una mala organización supone un tremendo dolor de cabeza para los novios, pero también para los invitados. No saber dónde, qué hacer o a quién recurrir en caso de que surja algún problema puede ser algo realmente incómodo para ellos.


No tener aparcamiento disponible en caso de llevar vehículo propio, puesto que se pueden encontrar con que tienen que dejar el coche lejos (o incluso volver a su casa para aparcarlo) y luego tomar un taxi o el transporte público. Y todo eso supone enfados, retrasos a la hora de llegar a la ceremonia. Para evitarlo, lo mejor es avisarlo en las propias invitaciones, buscar los parkings públicos más próximos o incluso concertar algunas plazas previamente.


Otro punto que también odian los invitados es que no se les informe si el acceso con vehículo particular está restringido en la zona de la ceremonia o en la de la recepción. En muchas localidades no se permite el paso por el centro de la ciudad salvo que se sea residente, con una multa de premio si se infringe la prohibición.


En el lugar de la ceremonia


Que la ceremonia sea interminable, tanto si es religiosa como civil. Lo ideal es que dure alrededor de 30 minutos, un poco más si incluyes algún tipo de ritual simbólico. Pero una ceremonia de más de 1 hora... eso puede llegar a ser insufrible para cualquiera.


Que no haya un equipo de sonido adecuado y no se oiga nada de lo que dicen los novios o el oficiante. Este equipo debe ser adecuado para el espacio (interior/exterior, tamaño y forma, acústica...), el número de asistentes y otras condiciones que impidan el sonido (viento, ruido ambiente...).


Que no haya suficientes sillas para todos los asistentes... sobre todo en ceremonias que duran una eternidad. Ya sé que no siempre es posible, pero tener a la mayoría de los invitados de pie, mientras os casáis, puede resultar poco confortable para ellos. Con más razón si tienes en cuenta que la mayoría de las invitadas llevarán taconazos, que habrá personas mayores o con problemas para mantenerse mucho tiempo de pie y sin moverse.


Pasillo nupcial para ceremonia de boda


Que el lugar en el que se celebre la ceremonia tenga un suelo inestable. La arena, la grava o el césped pueden ser una trampa para los asistentes. Si quieres evitar caídas, invitadas enfadadas porque han destrozado sus tacones, invitados molestos porque han ensuciado sus lustrosos zapatos, lo mejor es que pongas algún tipo de protector para evitarlo (moqueta, una alfombra, tarima, protectores de tacones para ellas...). 


Que haya una gran distancia entre el lugar de celebración de la ceremonia y del de la recepción. Si los invitados deben desplazarse muchos kilómetros para ir de un punto a otro, se sentirán enojados. A nadie le gusta tener que viajar un buen rato en coche, vestido con sus mejores galas y con ganas de fiesta.


Que haya mucho tiempo libre entre el final de la ceremonia y el comienzo de la recepción. Disponer de varias horas arreglados para la boda, con ganas de fiestas y sin saber qué hacer es un tremendo fastidio para los invitados. Si no quieres que suceda, procura coordinar los tiempos con los responsables de los dos espacios y, en caso de que no te sea posible, al menos procura ofrecer alguna actividad a los asistentes para que se entretengan.


Las condiciones extremas de calor o de frío, especialmente en bodas de exterior, pueden resultar odiosas para los invitados. Es importante evitarlas a la hora de elegir fecha y hora, o al menos procurarles alivio con parasoles, abanicos, bebidas (calientes o frías según el caso), mantitas, estufas...


La atención por parte de los novios


Que los novios no les saluden o no les den las gracias por asistir, uno por uno. Es un gesto de mala educación que ofende, y mucho. Puedes hacerlo de varias formas: llegar antes que los invitados al cóctel y esperarles con una línea de saludo a la entrada, junto con los padres y padrinos; aprovechar durante el cóctel para saludar a todos los invitados uno por uno; y también esperar a los postres para pasar por todas las mesas para agradecerles su asistencia. 


Novia charlando con los invitados


Que los novios no lleguen a tiempo al cóctel porque están haciéndose el reportaje fotográfico, incluso que lleguen a retrasar el servicio de la comida o la cena. Esto es una falta de educación hacia los invitados que esperan y hacia el personal que sirve el catering que tiene que retrasar su horario de salida. Para evitarlo lo mejor es hablar previamente con el fotógrafo para que esto no suceda, buscando un escenario que no esté demasiado alejado de la recepción y pactando las fotos y el tiempo que llevará el reportaje.


El seating


Que los sitios no estén asignados. Aunque pueda parecer lo contrario, el que tengan que luchar por un sitio a la hora de sentarse es de lo más incómodo para ellos. Se pueden crear situaciones difíciles si hay varios invitados que discuten por sentarse en una mesa en concreto, estrés por encontrar un sitio adecuado... es mejor que te esfuerces con el seating y evites problemas a todos.


Y, en sentido contrario, los invitados también aborrecen que les sienten con personas con las que no se llevan bien o a las que desconocen por completo. Si quieres evitarlo tendrás que trabajar mucho el seating, e incluso así tendrás problemas para cuadrar las mesas a gusto de todo el mundo.


Tener que hacer un máster para encontrar su sitio en el mesero. Hay veces en los que se cuida tanto la estética del seating, que se pierde funcionalidad. En caso de que preveas que los invitados pueden tener problemas con ello, pide que haya una o dos personas que les ayuden a encontrar su puesto.


Que la mesa esté en un lugar inapropiado. Si hay invitados sentados cerca de la cocina o los baños, por ejemplo, pueden sentirse molestos. Es importante que pidas que la disposición de las mesas eviten estas zonas en la medida de lo posible.


La comida


Que se note (mucho) que los novios se han gastado más en la decoración y en su vestuario que en cuidar a los invitados. La comida, la bebida y la música son lo que los asistentes a cualquier evento van a apreciar y a recordar.


No ser recibidos con una bebida cuando llegan al lugar de la recepción. Es una forma de darles la bienvenida, para que comiencen la fiesta desde el primer minuto.


Que la comida sea escasa. Los invitados no quieren necesitar sal de frutas al terminar el menú, pero sí que quieren sentirse satisfechos con lo que se les sirva.


Que no se distinga lo que se está comiendo. Esto sucede especialmente en algunos cócteles, en los que hay vasitos, cucharitas, brochetas y frituras que son difícilmente reconocibles. Una cosa es la originalidad y otra muy diferente enmascarar comida de mala calidad y mal preparada para que parezca cocina de autor, con una presentación supuestamente cool.


Recepcion de boda


El baile


Que no haya baile. Una boda sin baile decepcionará a la mayoría de los asistentes, que esperan ese momento para divertirse y tomar una copa. 


Que la música sea mala y que, además, esté mal pinchada. Si los invitados no se divierten durante el baile, el resto de la boda, por excelente que haya sido, comenzará a difuminarse. Es importantísimo escoger a un buen DJ y pactar con él la música que sonará.


El exceso de bailes coreografiados. Unas cuantas coreos divertidas para llenar la pista y crear buen ambiente, sobre todo en determinados momentos de la noche es una gran idea, pero si hay demasiadas conseguirás el efecto contrario. Los invitados también querrán bailar por su cuenta, sin que nadie les dirija.


El servicio


Que el servicio sea deficiente. Unos camareros poco profesionales pueden arruinar cualquier recepción, y tus invitados lo notarán, créeme.


Que haya que perseguir a los camareros para conseguir un canapé. Esto puede suceder porque la cantidad de comida es insuficiente o porque la coordinación entre comida y servicio es la adecuada. En cualquier caso, lo que los asistentes percibirán es que tu pareja y tú no habéis escatimado comida.


Y más...


Tener que esperar por todo: para acceder al aparcamiento, para entrar en el espacio de la recepción, para conseguir una copa, para encontrar un canapé, para ir al baño...


Que no se les permita hacer fotos. Salvo que vayas a vender una exclusiva a una revista de tirada nacional, ningún invitado va a entender que no le dejes hacer fotos el día de tu boda. Además, con los móviles, hoy es como querer ponerle puertas al campo. Las entregas interminables de regalos en público tras la comida: a los padres, a los suegro, a los hermanos, a los niños, a las embarazadas, a los que se van a casar después... el resto de los asistentes no regalados se aburrirán y se sentirán desplazados.


Que no se les permita llevar a los niños a la boda. Uno de los puntos que más polémicas levanta, sin duda. 


Damita de boda


Las proyecciones de fotos y vídeos sobre los novios, especialmente cuando son larguísimos, de mala calidad y la proyección no es buena.


Demasiadas sorpresas: coreografías de todo tipo, animaciones, discursos inesperados... ojo con esto. Un detalle bonito y emotivo en el momento oportuno es un acierto, demasiados detalles acaban diluyéndose y cansando a los asistentes.


Tener que pagar por las consumiciones extras. En caso de que los novios hayan contratado la barra libre por poco tiempo o a través de tickets que entreguen a los invitados, puede ocurrir que una vez terminados ambos, tiempo o tickets, los invitados tengan que pagarse las copas de su bolsillo.


Y a ti... ¿qué es lo que menos te gusta en las bodas?





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La primera vez que apareció el post Cosas que los Invitados Odian (Realmente) en las Bodas fue en el blog de ¿Quién Dijo Boda?


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