06 mayo, 2015

Adoptando el "Save The Date" en Nuestras Bodas

Si estáis organizando vuestra boda, seguro que habréis visto en blogs, webs y revistas los "save the date". Esas tarjetas que tienen toda la pinta de ser invitaciones de boda al estilo norteamericano... pero que no lo son.


¿Queréis saber qué son exactamente y, sobre todo, cómo adaptarlos con acierto a nuestras tradiciones? Pues no os podéis el post...


Adoptando el "Save The Date" en Nuestras Bodas


Qué es el "save the date"


Inspiración para el "save the date" nº 1
Así podría ser un "save the date" adaptado a nuestra cultura
Lo que mejor define al "save the date" es su traducción, que sería algo así como "apunta la fecha". Es decir, es un aviso para que quien recibe la tarjeta sepa que ese día se celebra un evento y que quien la envía cuenta con su asistencia. Y digo evento, porque los "save the date" no se utilizan sólo para bodas, también para fiestas, presentaciones y saraos varios.


En su origen, servían para informar del enlace a los invitados que vivían lejos y debían desplazarse muchos kilómetros para poder asistir. Era una forma de que pudiesen preparar el viaje con suficiente antelación. Y, de hecho, esta finalidad sigue estando vigente si vais a tener muchos invitados de fuera de vuestra localidad. O si los asistentes van a ser muchos.


El "save the date" no es una invitación ni la sustituye. Es una forma de ir adelantando a los invitados que os casáis, la fecha y la ciudad en la que lo haréis.


Calendario
Se suelen enviar a partir de que tengáis reservada la fecha de la ceremonia y la recepción. Lo recomendable sería enviarlas con una antelación de entre 6 meses y 1 año, dependiendo de cuándo tengáis previsto enviar las invitaciones formales (se deben entregar con un mínimo de 2 meses de antelación). Para que el "save the date" tenga razón de ser, debería haber al menos 3 ó 4 meses de diferencia entre la entrega de ambas comunicaciones.


Pueden tener el mismo diseño que las invitaciones y el resto de la papelería de la boda, pero también pueden tener otro tipo de diseños. Los "save the date" pueden ser más informales que las invitaciones. La espontaneidad y el humor (con clase) son perfectos para estos avisos.


Normalmente suelen presentarse en un soporte de papel, como una tarjeta, un tarjetón, un díptico o un punto de libro; pero también pueden tener otro tipo de formatos, como el digital o el vídeo. Cada vez son más las parejas que optan por enviar el "save the date" a través del correo electrónico o las redes sociales.


Cómo adoptar el "save the date" con acierto


Inspiración para el "save the date" nº 2
El diseño puede ser más o menos formal, vosotros decidís
Si decidís apuntaros a esta tendencia, no olvidéis que posteriormente tendréis que encargar y enviar las invitaciones.


Si la mayoría de vuestros invitados son personas mayores y/o muy tradicionales, os desaconsejo totalmente utilizar esta fórmula, porque no comprenderán qué es y para qué sirve; sólo conseguiréis desconcertarles.


Si por el contrario, la mayoría de los asistentes son jóvenes y/o con una mentalidad abierta, esta idea les encantará. 


En el caso de que tengáis invitados de todas las edades y condiciones, siempre podéis optar por envair el "save the date" sólo a una parte de la lista de invitados. A lo más conservadores les podéis contentar con el anuncio de la boda por teléfono o con una visita, y con la posterior entrega de la invitación formal. Es una solución de compromiso que agradará a todos.


Invitados
El "save the date" es útil para vosotros y para los invitados
El envío del "save the date" es peligroso si prevéis que la lista de invitados puede alcanzar proporciones épicas o si vais justos de presupuesto. Pensad que, aunque el que recibe la comunicación no debería darse por invitado hasta que reciba la invitación formal, el hecho es que sí lo sentirá así. Y decirle a alguien al que le has dicho que se apunte la fecha de la boda en la agenda, que no está invitado... es algo realmente delicado. Por ello, os recomiendo que cuando enviéis el "save the date" lo hagáis a personas con las que realmente no os importaría contar en la boda. Porque lo más probable es que acepten, teniendo en cuenta la antelación con la que se comunica. 


Inspiración para el "save the date" nº 3
¿Qué tal sustituir el "save the date" por "apúntate la fecha"
Podéis adoptar la forma anglosajona del "save the date", pero siempre podéis sustituirlo por expresiones más nuestras: "Apunta la fecha", "Apúntate esta fecha en tu agenda", "Resérvanos esta fecha", "¡Nos casamos!", "¡Por fin nos casamos!"... Lo importante es que los invitados entiendan el concepto.


Ojo, en el "save the date" no aparece ni la dirección exacta, ni la hora de celebración de ceremonia y banquete o los requerimientos de protocolo. Eso es una invitación, esto es sólo un aviso. 


Sed originales con el diseño. Dejad volar la imaginación... y el buen gusto. Mi consejo: buscad ideas e inspiración en fuentes nacionales y extranjeras, metedlas en una coctelera, agitadla y diseñad unos "save the date" únicos y personales. Si vosotros sois especiales... ¿por qué copiar a otros?


Este tipo de comunicaciones son perfectas para poner en práctica el DiY. Podéis utilizar las fotos de la preboda o fotos infantiles vuestras como base, ilustraciones de libros o películas, dibujos hechos por vosotros, decoración hecha con sellos y aplicaciones de scrapbook, formas de origami, escribirlas con caligrafía propia, descargaros imprimibles gratuitos de sitios web, filmar un vídeo y utilizar un programa de edición amateur para montarlo...


Qué no hacer...


Optar por enviar un "save the date" si no os sentís cómodos o seguros con ello. El que muchas parejas opten por esta fórmula no significa que sea obligatorio.


Inspiración para el "save the date" nº 4
Y, lo contrario, no utilizar esta opción porque es algo de fuera y parece algo snob. Es un bonito detalle y tiene su utilidad a la hora de gestionar las listas y asistencia de los invitados, porque permite controlar más y mejor quién acudirá o no. Es más fácil conseguir que los invitados asistan a nuestra boda enviándoles este aviso, que si no lo hacemos. 


Enviarlo casi al mismo tiempo que la invitación. Será un gasto doble y los invitados no lo entenderán. Su finalidad es avisar de que algo va a ocurrir más adelante, por lo que si no hay distancia entre el aviso y la invitación, no tiene ninguna lógica. 


Inspiración para el "save the date" nº 5
"Save the date", sí, pero seguido por una invitación formal
Olvidarse de enviar la invitación. Como ya he dicho antes, el "save the date" no es la propia invitación, por lo que se hace necesario que se haga llegar posteriormente la información sobre dónde se celebran la ceremonia y la recepción y la fecha de la boda; es decir, la invitación. Si no lo hacéis, los invitados os marearán con llamadas para confirmar esos datos. 


Descuidar su diseño. Si vais a enviarlo, hacedlo bien. No es necesario gastarse mucho dinero, ni que haga juego con el resto de la decoración de la boda, pero sí debe tener una buena estética y tener coherencia con vuestra personalidad y con cómo será la boda.




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